Cualquier negocio, ya sea el que gestiona un empresario individual o el que se desarrolla por una empresa, requiere del apoyo de determinados profesionales externos desde un inicio.
Elegir al mejor Gestor
Este es el caso del gestor, aquella persona o empresa que se responsabiliza de la ejecución de diferentes trámites ante diversos organismos, y que por lo general se encuentran vinculados con el sector público (Hacienda, Seguridad Social, Registro Mercantil, etc.).
Su labor consiste, básicamente, en ofrecer tranquilidad y ahorro de tiempo a sus clientes en el cumplimiento de trámites que son obligatorios y que suelen requerir de un considerable esfuerzo para los empresarios, además de requerir conocimientos técnicos específicos en procedimiento administrativo, tributación, gestión laboral, gestión administrativa, gestión mercantil, etc., conocimientos que la gran mayoría de empresarios, como es normal, no tienen.
Muchos empresarios, a la hora de elegir un gestor, pueden preguntarse en qué deben basarse para elegir uno u otro, habida cuenta de que la oferta es amplia. Sin duda, habrá muchos condicionantes antes de tomar la decisión, como el sector donde el empresario desarrolla su actividad. Hay actividades más complejas que otras, más específicas o más novedosas, que requerirán una elección más pormenorizada. Otras actividades, profesiones de toda la vida, se basarán más en criterios como la confianza y/o el coste de los servicios.
Mediante el presente artículo, procedemos a enumerar cuales son, a nuestro entender, las claves para elegir al mejor gestor:
1. Confianza
Sin duda, el principal ingrediente que hoy nos hace elegir a un gestor es la confianza. La confianza es básica a la hora de dejar en manos de un tercero la gestión de nuestro negocio. En ocasiones esta confianza se habrá generado por un conocimiento previo de la persona que gestionará nuestra empresa, y en otras, por el llamado “boca a boca” o por referencias. En cualquier caso, siempre será un elemento fundamental a la hora de tomar nuestra decisión.
Sin embargo, no siempre conoceremos o tendremos referencias suficientemente consistentes que nos impulsen sin dudar a la hora de contratar al gestor.
2. Precio
Un segundo elemento que recurrentemente se tiene en cuenta a la hora de elegir a un gestor es el precio. Especialmente en las pequeñas empresas, siempre procuraremos reducir al máximo los costes fijos, incluyendo los costes derivados de servicios tan significativos como la gestión empresarial.
El precio servirá para decantarnos, aun cuando hoy en día los precios que podemos encontrar en el mercado son muy parecidos, y normalmente son bastante asequibles, ya que los gestores deben adaptarse a un mercado altamente competitivo. Precisamente por ello, es bueno comparar entre dos o más opciones, y tener en cuenta que precios demasiado bajos en ocasiones están reñidos con otros elementos clave como los que desarrollamos a continuación.
3. Que sea cercano y accesible
Una cosa es la confianza que tengamos en el gestor y otra muy distinta es la actitud más o menos cercana, próxima y accesible que tengan los profesionales que nos asesorarán en nuestro día a día.
El gestor debe ser cercano, accesible y tranquilizador, a la par que transparente, puesto que su papel es fundamental para un correcto desarrollo de nuestro negocio. En el día a día nos abrumarán dudas y necesitaremos que se nos ofrezcan respuestas personalizadas, que nos generen tranquilidad y que nos ayuden a tomar la mejor decisión.
4. Que ofrezca asesoramiento preventivo
Relacionado con el punto anterior, el cliente debe exigir que el gestor le ofrezca un asesoramiento preventivo, un asesoramiento que debe ir más allá de dedicarse a contabilizar y presentar declaraciones y más allá de elaborar nóminas con la información que le facilita el cliente.
La planificación fiscal y laboral, el análisis de cómo se gestiona el negocio, la aportación de ideas de mejora, de optimización, son ingredientes básicos que muchas veces convierten el “coste” que invertimos en nuestro gestor en una inversión y un ahorro, directo y/o indirecto.
5. Que disponga de medios tecnológicos de gestión y comunicación fáciles y accesibles
La innovación también está en la orden del día de la gestión empresarial. Hoy el mercado nos ofrece herramientas cada vez más innovadoras y accesibles, que sirven para mejorar y optimizar la gestión empresarial.
Históricamente el gestor y su cliente se intercambiaban la información en papel y el empresario no podía tener una información actualizada 7/24 del estado de su negocio más allá de los informes que le pasaría su gestor (y una vez procesada la información que el empresario le iría entregando). Con este sistema, podían pasar meses hasta que el empresario tenía su información al día.
Sin embargo, hoy disponemos de herramientas para procesar la información en tiempo real para una mejor toma de decisiones, programas que pueden ser gestionados bilateralmente tanto por el cliente como por el asesor, y que nos proporcionan información gráfica y todo lo que necesitamos para estar siempre al día, para gestionar las facturación y la liquidez y para, en general, anticiparnos y gestionar nuestro negocio mucho mejor.
6. Que ofrezca soluciones integrales a nuestro negocio
Otro elemento que podemos tener en cuenta a la hora de elegir al gestor es la posibilidad de que éste nos pueda ofrecer soluciones integrales, más allá de la gestión fiscal y contable y la gestión laboral. El cliente se sentirá más satisfecho si tiene la tranquilidad que el gestor se preocupa de que cumpla de forma integral todas las obligaciones legales que se le imponen por el hecho de estar realizando una actividad empresarial. Nos referimos a la correcta llevanza de las obligaciones mercantiles, al asesoramiento legal multidisciplinar, al cumplimiento de La Ley de Protección de Datos y de la Ley de Prevención de Riesgos, así como otras leyes generales o sectoriales que nos puedan resultar de aplicación.
7. Que dé importancia a la (In) Formación
Por último, el buen gestor, desde su posición, debe mantener al día a sus clientes de la actualidad normativa y de aquellas novedades que afecten o puedan afectar a su empresa. La información es poder y, como tal, debe ser compartida con aquellos que confían en nosotros.
El empresario delegará en su gestor, partiendo de la confianza, el cumplimiento de los procesos a los que está sujeto desde distintos ámbitos, y debe tener la tranquilidad de que este no sólo ejecuta dichos procesos, sino que además está al día y que cualquier modificación normativa que le pueda afectar será detectada previamente por su asesor y éste le informará de qué debe hacer para cumplirla.
Más allá de la ética y la excelencia profesional, que deben darse por supuestas, las características descritas deberían, a día de hoy, ser requisitos indispensables en el momento en el que, a efectos de velar por nuestro negocio, decidimos contratar un buen consejero, aquel que debe ayudarnos a alcanzar el camino hacia el éxito de nuestro negocio.
Xavi Saula
Área Procesal Civil y Mercantil
Área Concursal
Nuevas Tecnologías
Gestión de impagados y Morosidad