El coaching está de moda. En los últimos años han proliferado un amplio número de coaches especializados en distintas disciplinas, entre ellas los “executive coaches”, esto es, coaches que desarrollan su función en empresas. Si en algún momento te has planteado iniciar un proceso de coaching en tu compañía, será necesario que tengas en cuenta una serie de aspectos, para que puedas obtener el máximo provecho de esta herramienta.

A diferencia de cualquier otra formación, el coaching fomenta un aprendizaje basado en el aprendizaje sobre uno mismo, con el objetivo de adquirir nuevas competencias y desarrollar nuevas herramientas de aprendizaje, lo que implica que sus efectos son duraderos porque el aprendizaje pasa a integrarse en la persona y el cambio se mantiene a lo largo del tiempo.

¿Cuál es realmente la función del coaching en las compañías?

– Contribuir a que el directivo descubra sus fortalezas y debilidades para definir un plan de acción que contribuya a mejorar sus puntos débiles

– Servir de soporte para posibilitar un cambio en la compañía

– Proporcionar herramientas suficientes para la adquisición de nuevos roles y responsabilidades, la dirección de nuevas áreas, nuevos equipos y nuevos retos.

– Mejorar el desarrollo de los directores y líderes de la organización ayudándoles a adquirir habilidades de pensamiento estratégico, visión y dirección, trabajo en equipo y capacidad de influencia.

– Fomentar la creación de una cultura en la organización en la que el cambio, la innovación y el aprendizaje estén continuamente mejorando.

– Ayudar a resolver un problema específico de una determinada área o departamento, así como de la compañía.

La inversión en un proceso de coaching requiere tomar en cuenta algunas consideraciones. De lo contrario, no resultará rentable y no conseguirá los resultados deseados.

A este respecto, conviene destacar que no todas las personas están dispuestas a llevar a cabo un proceso de coaching. Por ello, es muy importante que ya seas tú el que realices las sesiones de coaching o un colaborador, no cometas los siguientes errores:

• Invertir en un proceso de coaching para un empleado o miembro de tu equipo que no ve necesaria su realización.

El empleado inicia el proceso de coaching por la recomendación de su responsable o director. No obstante, él no ve la necesidad de involucrarse en este tipo de proceso. Lo hace por recomendación y agradar a su superior, no porque realmente piense que lo necesite. Esto conllevará su escasa implicación en el proceso y que el resultado no sea el deseado, no tanto porque no tenga capacidad, sino porque no es verdaderamente consciente de que lo necesita.

• Pretender que sean los demás los que inicien un proceso de coaching y no tú.

El coaching resulta más eficaz si comienza realizándose por los directivos y por los directores de cada área de una compañía. No puedes pretender que los demás trabajen en su propio desarrollo y tú no lo hagas en el tuyo.

• No ser auténtico en las sesiones de coaching.

De nada sirve comenzar un proceso de coaching si se oculta información relevante de tipo profesional o personal al coach. La mayoría de los procesos de coaching profesionales llevan implícitos temas personales que son fundamentales conocer y que pueden ser la causa que esté impidiendo un desempeño profesional adecuado y el logro de objetivos.

• No garantizar la confidencialidad del proceso de coaching.

La confidencialidad es fundamental para el éxito del proceso. Las personas necesitan seguridad y trabajar en un ambiente de confianza máxima. Por ello, resulta imprescindible garantizar a los empleados que participen en este tipo de procesos la confidencialidad. Así, en la valoración del aprendizaje y el logro de objetivos no conocerás los detalles que la persona ha comentado con el coach, sino el resultado global del proceso y el cumplimiento de objetivos que es, en definitiva, lo importante.

En consecuencia, el éxito de un proceso de coaching requiere de una buena disposición y un ambiente propicio, para construir las bases de un buen aprendizaje y que el resultado sea el deseado. Recuerda que el primer paso hacia el desarrollo de tu equipo es tu propio desarrollo.

Berta Santos
Executive coach
www.bertasantos.com