El problema de Facebook. La red social por excelencia cuenta con 2.200 millones de usuarios, lo que representa casi un tercio de la población mundial. Y no son datos estáticos, son datos que, correctamente analizados, permiten conocer comportamientos, tendencias, opiniones y mucho más, a una escala, hasta la fecha, inimaginable.

Y debemos ser conscientes de que no es sólo una fuente poderosísima de información para quien la sepa analizar, sino que también puede utilizarse como un sistema de intromisión en los hábitos del usuario, mediante publicidad directa y segmentada, haciendo llegar aquello que interese al internauta adecuado.

El problema de Facebook. El escándalo está servido

Cambridge Analytica es una compañía especializada en la obtención y análisis de datos sociales y psicológicos y en conseguir encontrar y categorizar cada una de las personas analizadas y ofrecerlas para fines comerciales y políticos. Fue fundada en 2013 y entre sus clientes más importantes de los últimos años están, por ejemplo, la campaña de Donald Trump y la campaña por el Brexit.

No es casualidad que ya en el momento en que Trump ganó las elecciones se dijera que Facebook sabía, casi al milímetro, cuáles serían los resultados mucho antes de las elecciones. Y es que, si tienes información sobre el comportamiento de 2.200 millones de usuarios, sobre sus preferencias, publicaciones y opiniones, tienes un poder que ni siquiera las grandes empresas dedicadas a sondeos pueden tener. Al fin y al cabo los sondeos se basan en la opinión de una muestra de la población y la red social tiene una muestra de casi un tercio de la población mundial.

Cambridge Analytica se creó bajo la idea de unos potentes algoritmos, ideados en gran medida por Christopher Wylie, que permitían mostrar anuncios hiper-enfocados a cuentas de Facebook. Solo necesitaban una base de datos de perfiles en los que ejecutar los algoritmos para añadir adjetivos a cada uno de ellos y segmetarlos dependiendo de las necesidades del cliente: vender un producto, una idea, una tendencia…

Las revelaciones de Wylie marcan un antes y un después en la compañía tras explicar como consiguió acceso a los datos de los perfiles de un gran numero de usuarios de Facebook, en su inmensa mayoría estadounidenses y británicos. La compañía adquirió los datos a Aleksandr Kogan, un académico ruso de la universidad de Cambridge que había obtenido permiso de Facebook para realizar exhaustivo análisis de personalidad de usuarios, en base a un pequeño cuestionario. Los usuarios entregaban datos con un solo click. Kogan consiguió así recopilar información privada de 270.000 personas.

Este estudio inicialmente tuvo lugar en 2014, cuando Facebook permitía que, cuando el usuario diera su consentimiento, se pudieran enviar también los datos de tus contactos siempre y cuándo estos aún mantuvieran sus ajustes de privacidad por defecto en Facebook.
Este conducto fue el utilizado para convertir las 270.000 cuentas en hasta unos 50.000.000. Algunos expertos de seguridad aseguran que puede haber más cuentas y bases de datos involucradas aún por aparecer.

Esto es solo el inicio

Pero la realidad es que esto sólo acaba de empezar. Si somos capaces de entender cómo nuestros hábitos en redes sociales generan información a aquellos que quieren hacernos llegar un mensaje, y si multiplicamos eso por los millones de usuarios que hay en el mundo, podemos llegar a hacernos una idea de dónde radica el poder de la información que tienen hoy grandes compañías como Facebook.

El ejemplo lo intuye cualquier usuario, cuando por casualidad un día busca, por ejemplo, un destino en Internet para sus vacaciones. Los días siguientes, en redes, navegadores y correos electrónicos nos aparece publicidad de ese destino. Parece que todos los proveedores se han puesto de acuerdo y saben cuáles son mis planes, porque todos me informan.

Deberemos ver como evoluciona el problema de Facebook, pero si se piensa en profundidad, da hasta miedo. Europa entra en una nueva etapa, puesto que el 25 de mayo todas las empresas deben cumplir con el Reglamento Europeo de Protección de Datos. Veremos como casa eso con la realidad mundial.

Xavi Saula

Xavi Saula

Abogado – Socio Auris Advocats

Especializado en Protección de Datos y adaptación al nuevo RGPD