“Más vale prevenir que curar”. Al plantearme cómo transmitir lo que quiero explicar me ha venido a la cabeza este conocido refrán, que viene a significar que siempre es mejor tomar las precauciones necesarias para evitar una situación desagradable o indeseable, antes que vivirla. Así, este conocido refrán gira en torno a la idea de la prevención, en particular, de la prevención jurídica, que es de lo que me gustaría hablar aquí.

La prevención jurídica la entendemos como la revisión o consulta previa (“más vale prevenir”) con la finalidad de evitar conflictos futuros, sanciones o bien responsabilidades penales o civiles (“que curar”). Es decir, se trata de evaluar y analizar de forma previa para calcular las posibles consecuencias de nuestras acciones o decisiones. Es mejor tomar las precauciones necesarias o realizar los cambios que se necesiten de forma previa a, posteriormente, tener que hacer frente a una demanda o a las sanciones impuestas tras una inspección, por ejemplo.

Traslado lo anterior a situaciones cuotidianas de una empresa para entender mejor lo que significa “prevención jurídica”:

Cuando realizamos una revisión y comprobación en materia fiscal y tributaria, verificamos si hay riesgos/contingencias fiscales. Se investiga si hay prácticas tributarias no adecuadas o bien si se realizan operaciones en las que el criterio fiscal no es pacífico que puedan conllevar que se exijan a la empresa importes adicionales de pago en el cumplimiento de sus obligaciones si se detectan por parte de la Administración. Por ejemplo, en esta revisión se puede detectar que se pagan retribuciones sin considerarlas sujetas a retención; se puede verificar si se aplican correctamente los gastos deducibles en el Impuesto de Sociedades o si se olvidan alguno; se puede detectar la no aplicación de la regla de la prorrata en el IVA; verificar que con la retribución del órgano de administración no se cumple con la legalidad vigente, etc…

De esta forma, habiendo realizado esta revisión previa, podemos adoptar las decisiones adecuadas para solventar las malas prácticas, incorrecciones o faltas de cumplimiento a la normativa tributaria y fiscal antes de una eventual inspección o bien ser conscientes de la contingencia (como importe adicional que habrá que pagarse por parte de la empresa) si se detecta lo anterior.

La revisión y comprobación del cumplimiento de la normativa laboral y de seguridad social puede conllevar que se detecten abuso o fraude en la contratación temporal, la existencia de falsos autónomos, si hay antigüedades no reconocidas, etc…

Una revisión desde el punto de vista mercantil y contractual sirve para detectar si los libros mercantiles de llevanza obligatoria están al día, si existen actas que documenten todos los acuerdos societarios, si existen relaciones jurídicas no documentadas, si la propiedad de los bienes inmuebles y muebles de la sociedad está debidamente documentada y acreditada y si éstos están sometidos a gravámenes; y si se encuentra debidamente protegida la propiedad intelectual o industrial de la Sociedad, entre otros.

Junto con lo anterior, que se ha citado a modo de ejemplo, es posible realizar prevención jurídica en cualquier ámbito de la actividad empresarial (morosidad, protección de datos, penal, medio ambiente, contable, financiera) así como en la toma de decisiones de un particular.

La prevención jurídica es una de las premisas básicas en las que Auris Advocats cree y confía. Nuestra recomendación es una actitud proactiva en la prevención de riesgos y contingencias con la finalidad de evitar cualquier conflicto, litigio o responsabilidad. Por ello en nuestro asesoramiento aplicamos este criterio e intentamos promoverlo entre nuestros clientes. A título de ejemplo, comentar que el pasado 25 de mayo se celebró por parte de Auris Advocats el ciclo de charlas “CLAVES DE LA PREVENCIÓN JURÍDICA”, en el que se impartieron por parte de profesionales de distintas áreas micro-charlas sobre la prevención jurídica en el ámbito de la morosidad y protección de datos, mercantil y contractual, fiscal, laboral y seguridad social, penal y medio ambiente.

En resumen, simplemente se trata de aplicar a nuestra actividad y toma de decisiones lo que mismo que hacemos a diario, ser previsores con la finalidad de evitar o reducir las consecuencias de situaciones no deseadas: antes de salir de casa, consulto el tiempo y me llevo paraguas si sé que hay una previsión de lluvia; o bien antes de hacer un largo viaje de carretera, llevo mi coche al taller para verificar que funciona correctamente. Esta cultura de la prevención en el sentido de adoptar de forma anticipada todas las medidas necesarias para evitar que suceda algo que consideramos negativo también debe incluirse en nuestro proceso de adopción de decisiones.

Por todo lo dicho en Auris defendemos que la correcta prevención jurídica es esencial porque garantiza la tranquilidad de todos, la de los socios, administradores y directivos de una sociedad, así como la de cualquiera de nosotros en cualquier situación de trascendencia legal.

Anna Compte
Abogada Mercantilista

Anna Compte