Cuando fuera de nuestro domicilio nos sustraen algún objeto al descuido (hurto) o rompiendo algún otro objeto (robo con fuerza) lo más habitual es que presentemos la correspondiente denuncia.

DEL ROBO CON FUERZA AL ROBO CON VIOLENCIA

Muchas veces por conocimiento propio o por indicación de terceros, se decide denunciar que una sustracción se produjo con violencia o intimidación (robo con violencia o intimidación). ¿Por qué? Con el fin de que sea el seguro del hogar el que cubra el importe total o parcial de lo sustraído.

Los seguros del hogar suelen cubrir el robo con violencia o intimidación fuera del domicilio (atracos, tirones de bolso etc.), pero no los robos con fuerza en las cosas (por ejemplo forzando el cofre de la motocicleta, el maletero del coche, cortando un bolso o mochila), o sustraídas al descuido (por ejemplo llevándose una mercancía desatendida, cogiéndote la cartera o un móvil colocado sobre una mesa).

¿CUÁL ES EL PROBLEMA? LA DENUNCIA FALSA

El problema se produce cuando con un robo con fuerza (ejemplo nos roban una bici rompiendo el candado) o hurto  (ejemplo nos cogen el móvil que estaba sobre la mesa de un bar), las personas dolidas por ese hecho, y cansadas de pagar esa póliza del hogar a la que nunca han comunicado ningún siniestro, deciden denunciar un robo con violencia. Para ello, acuden a una comisaría y se inventan una historia que acaba con la sustracción real del bien pero en la que se introduce la violencia o intimidación por terceras personas. Con la denuncia presentada, se comunica el siniestro a la compañía aseguradora y en caso de ser aceptada, la compañía procede al pago total o parcial del importe de lo sustraído.

EL RESULTADO: DE VÍCTIMA A DELINCUENTE

Muchos casos pueden pasar por robos con violencia reales y no llegar a nada más. No obstante, si la policía sospecha que el hecho denunciado con violencia o intimidación no ocurrió, por la razón que sea, (por el hecho de que no sea un lugar donde sea frecuente que ocurran esos hechos, por existir cámaras de seguridad que demuestren que no ocurrió, por encontrar contradicciones en la versión dada etc.,) llamará al denunciante a realizar otra declaración con toda la intención de que reconozca la falsedad de la denuncia.

Con la intención de que el denunciante haga dicho reconocimiento “voluntario”, la policía lo citará como testigo para tratar de sonsacarle la verdad. Es muy habitual que ante esta situación, la hasta ahora víctima de un delito sucumba a la presión y declare que la denuncia que ha realizado es falsa.

Automáticamente la policía instruirá un procedimiento por denuncia falsa, abrirá un procedimiento judicial por denuncia falsa e incluso también por estafa contra la compañía de seguros.

En un abrir y cerrar de ojos la persona pasará de víctima de un delito, cuyos culpables difícilmente se encontrarán, a un delincuente confeso.

Aún en el supuesto de no reconocer la falsedad de la denuncia, si la policía sospecha de la falsedad de la misma, y tiene elementos que corroboran su versión, igualmente abrirá el referido procedimiento.

En cualquier caso recomendamos evitar este tipo de denuncias “maquilladas” que si bien pueden parecer inofensivas, y carecer de la más mínima importancia, pueden ocasionar un importante problema para su autor. I es aquí cuando una correcta defensa jurídica por parte de tu abogado puede conseguir tú absolución, si bien.

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Ricardo Estellés

Ricardo Estellés
Área Procesal civil y penal
Área Penal