Esta la segunda parte de un artículo que publicamos en octubre de 2016, que, aunque os resumo, podéis leer íntegramente AQUÍ: David contra Goliat: Los abusos de las grandes compañías con particulares y pequeñas empresas 

De forma excepcional, explicábamos una situación que vivimos en primera persona, y que se resumía en la pesadilla en la que entramos durante unos meses cuando Orange, a quien habíamos confiado las comunicaciones de nuestro despacho, estaba prestando un servicio más que deficiente y decidimos resolverles el contrato por incumplimiento y cambiar de compañía. En ese momento no reclamábamos nada por los daños que nos habían provocado durante los días previos a la resolución, que ni siquiera tuvimos servicio, sólo queríamos irnos y no volver a saber nada de ellos. Pero poco nos imaginábamos que en ese momento la pesadilla acababa de empezar: Orange, a pesar de sus flagrantes incumplimientos y de prestar un servicio deficiente, defendía que teníamos permanencia y estaba dispuesta a reclamarla hasta que ésta venciera (quedaba aproximadamente un año y medio).

Aunque intentamos por todos lo medios que entraran en razón, nunca lo hicieron, y decidieron hacer lo que hacen siempre, utilizar medidas de presión que sólo ellos pueden utilizar, como el acoso telefónico, las reclamaciones incesantes, amenazas relacionadas con el bloqueo de las comunicaciones y, finalmente, la inclusión de Auris en dos ficheros de morosos (Experian y Asnef-Equifax) por un importe aproximado de 400 euros.

Pues bien, decidimos demandarles por vulneración del derecho al honor y por lo daños y perjuicios causados. Y, casi cinco años después, el Juzgado de Primera Instancia 43 de Barcelona nos ha dado la razón y ha condenado a Orange al pago de una indemnización de 16.877,75 euros por daños morales y perjuicios ocasionados, más los intereses legales y las costas del procedimiento. La Sentencia no es firme, probablemente la recurrirán porque tienen muchos medios. Pero hoy hemos subido muchos peldaños en nuestra lucha.

No lo compartimos porque sea nuestra victoria, sino porque es una pequeña victoria de todos los particulares, profesionales liberales y pequeñas empresas, que siempre estamos a merced de estas compañías, aquellas que tienen una posición que les permite abusar de nosotros sin miramientos ni humanidad alguna, y por supuesto sin mirar para nada lo que es justo y lo que no lo es. Saben que el resultado de pisotear a los pequeños es que sus arcas de multiplican, porque no tenemos armas que puedan competir con las suyas. Y que tengamos la razón es lo de menos.

Pues bien, aquí una pequeña / gran victoria. Si luchamos por lo que es justo, el tiempo nos da la razón. De verdad esperamos que todo el mundo se anime en situaciones similares porque, sin duda, ¡la espera vale la pena!

xavi saula
Xavi Saula
xavi@aurisadvocats.com
Especialidades:
Área procesal civil y mercantil
Concursal
Nuevas tecnologías
Gestión de impagos y morosidad